La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) presentó su informe sobre la inversión social realizada por el sector en el contexto del coronavirus.
En el día de ayer la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) presentó un informe sobre la inversión social que han realizado las empresas mineras en los últimos dos meses a raíz de la pandemia de coronavirus. La importancia de este informe radica en que muestra en forma concreta el verdadero aporte de la industria a nivel país. Se presentó además un breve resumen de lo realizado en el año 2018.
La presentación estuvo a cargo de Adriana Sirito, de la consultora PyAS, quien explicó que en general pueden observarse tres grandes ejes sobre los cuales se viene trabajando en los últimos años en inversión social minera en argentina: salud y bienestar, educación de calidad y capacitación, e infraestructura, que es el de mayor peso, ya que abarca no solo construcciones sino también lo relacionado a la cadena de valor.
Para la especialista, es destacable lógica gestión asociada tanto con las comunidades con el Gobierno, ya que esta articulación hace más eficiente el recurso (los aportes) pero también más eficaz la meta que se alcanza.
En total se donaron más de 360 millones de pesos, esto significa un gran esfuerzo de la industria, ya que en dos meses las mineras efectuaron un aporte similar al que suele realizarse en un año. El mayor destino de los fondos fue sumarse a una estrategia nacional, a través de CAEM, para la compra de los kits para los tests RT-PCR y la colaboración con Cruz Roja Argentina y Cáritas.
Una segunda estrategia fue la compra de insumos para sostener la salud de los médicos y personal de salud, en conjunto con la compra de elementos de higiene personal para las comunidades. También se invirtió en el acceso a la seguridad alimentaria. Se habla de “seguridad alimentaria” y no solo de compra de alimentos porque hubo una estrategia de redireccionamiento estratégico hacia las ONGs de las comunidades o bien se trabajó en la preparación de viandas nutricionales. “Esto es destacable porque siempre es más fácil solo dar el dinero, pero las empresas tuvieron esta estrategia de pensar con el otro.”
Otro punto remarcable de las donaciones es la construcción de hospitales de campaña, ofreciendo instalaciones, infraestructura equipamiento, trabajando en forma coordinada con el Ejército Nacional y Gendarmería.
Según Sirito, “hay que romper la dicotomía entre asistencialismo o promoción; esto es desarrollo y las empresas mineras tienen mucho para aportar, desde lo productivo, para el desarrollo integral de las personas”. Y agregó: “creo que la minería va a tener el desafío de ser la industria que moviliza recursos en sus comunidades”.
Para Luciano Berenstein, Director Ejecutivo de CAEM, tenemos que empezar a desarrollar el cambio hacia programas que sean sustentables en el tiempo, en base a lo que hemos aprendido este año con el COVID-19. “La pandemia condujo a la reflexión y a las acciones de la industria. Ahora tenemos la responsabilidad de en aspectos sustentables a través de parámetros universales como los ODS, sumado a los esfuerzos colectivos desde CAEM con programas como HMS y EITI”.
A modo de cierre, el presidente de CAEM, Alberto Carlocchia, resaltó la importancia de “seguir en la misma senda, seguir aportando, generando y observando la realidad y hacia donde nos conduce para acompañar en ese camino. Estamos teniendo desde hace varios años como sector una nueva visión, que tal vez antes llevábamos adelante de manera particular, pero ahora lo vemos en conjunto y creo que eso es parte del proceso de maduración de la industria. Va a llevar tiempo, pero ni debemos claudicar. Tenemos que transformar la ayuda y la asistencia en posibilidades para la gente”.