Se realizó la primera jornada del Ciclo de Capacitación de Género, donde se analizó el tema de la desigualdad como fenómeno estructural. Esta actividad fue impulsada por el Comité de Género e Inclusión de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
El taller estuvo a cargo de Rocío Restaino, Magister en Género y Políticas Públicas, quien se encuentra asesorando a CAEM en promoción de la igualdad e inclusión.
El encuentro fue coordinado por el Director Ejecutivo de CAEM, Luciano Berenstein, quien resaltó que en el sector minero aún hay mucho por hacer en cuestiones de inclusión y género y por eso desde la Cámara se sigue impulsando la adhesión de las empresas a la Iniciativa de Paridad de Género (IPG), entre otras acciones concretas, como estas charlas de capacitación. “Esperamos que estos encuentros sirvan como puntapié para que más empresas tomen el tema como parte de su política corporativa”.
María Eugenia Sampalione, coordinadora de la Comisión de Genero e Inclusión de CAEM, destacó la importancia de la IPG para contar con un diagnóstico, trazar líneas de acción y evaluar la evolución. Y consideró que este ciclo de capacitaciones es un hito importante porque ayuda a entender como ser más inclusivos y trabajar en base al respeto. “Creo que la palabra que debería ir al lado de inclusión debe ser respeto. En un mundo con mucha violencia, en un país con grieta, la inclusión viene a marcarnos el respeto hacia la diferencia, el respeto hacia el otro”.
Rocío Restaino explicó que la desigualdad de género debe entenderse como un “problema estructural” de nuestras sociedades, porque afecta en todos los planos y órdenes de la vida. Y focalizó en la necesidad de comenzar a “desaprender” mandatos e ideas, que muchas veces no sabemos que tenemos aprendidos, ya que venimos condicionados desde nuestro nacimiento. “Muchas veces al comenzar a transitar este camino, vemos cosas, más pequeñas o más grandes, que podemos comenzar a cambiar en nuestras vidas, y en nuestras vidas laborales en particular”. Y explicó que cuando habla de igualdad, no está referido a lo biológico-ya que todos somos distintos- sino al acceso a derechos y a la equidad en relación a oportunidades.
“Hoy tenemos que parar, registrar el entorno, hacernos preguntas para registrar las desigualdades y recién ahí pensar cómo solucionarlas. Sin dudas podemos hacerlo, el punto es cómo y cuándo”.